lunes, 28 de abril de 2014

Pintura III


Lo mínimo. 


Este proceso se inicia a partir del concepto de lo mínimo. La difícil tarea de abordar este tema, fue el hecho de que lo mínimo me resultaba impensable como idea unitaria o concepto en sí mismo. Tal concepto no tiene valor por sí solo, reside en función de una idea de totalidad. Lo mínimo de/lo mínimo en/lo mínimo para.
 Partí de la idea de lo mínimo adoptando el concepto como una herramienta calve para la composición. Es decir, como el eje fundamental por donde articula y configura la génesis de la obra.
Por esta razón la idea de mínimo no fue tomada con tema central o contenido de la obra, sino más bien como un elemento dentro de la  praxis, es decir, un principio entendido como  “la mínima relación o aproximación de elementos”



     

 Primer ejercicio iniciado a partir de fotografías antiguas.

En este caso, la relación entre imagen/objeto y la descripción (intervención del espacio expositivo) , claramente establece un dialogo, dotando a la imagen de un nuevo sentido..    





En este montaje se integran diversas fotografías creando un juego de tensiones que conjugan objeto/imagen y dibujo esquemático.
La intervención con tiza, su huella, oscila entre lo simbólico y lo esquemático. Al estar sujeta en el montaje, este tipo de dibujo/huella, se integra dando origen a un entramado por el cual se construye el sentido de la obra. El dibujo toma un carácter connotativo en la composición, condicionando las partes, y sobre todo se acentúa el lo particular, haciendo énfasis en la fotografía.