Proceso final.
El
desarrollo de este proceso no surge de una idea concreta ni un concepto previo,
sino a partir del hacer mismo, de la construcción de los objetos.
Inicie el
trabajo tomando del práctico autorreferencial (el segundo) y decidí construir
una serie de objetos, todos ellos con la misma materialidad y escala, tomando
como modelo distintos tipos de objetos. Fue a través de la idea básica de
trasladar los distintos tipos de objetos que tenía a mi alcance a una escala menor la que abrió todas las posibilidades de producción.
Al principio
solo me ocupe de pensar los tipos de objetos, es decir, cuales iban a ser mis
modelos. Apareció un violín, algunos libros, y sillas. Entonces empecé a darme
cuenta que tales objetos “hablaban” claramente de una persona, un posible
personaje perteneciente a ese mundo. Y éste fue el punto de referencia que tome
para seguir desarrollando mi trabajo: sostener esa ausencia y volverla
“presencia” dentro de un espacio íntimo.
“detrás un
conjunto de objetos hay un individuo latente”.
Mi trabajo
consistía en crear, a través de la ausencia del personaje y la referencia por
parte de los objetos, una “idea” del Sujeto, de su condición, su modo de vida, y sus hábitos.
La cuestión
del espacio fue importante, ya que hasta el momento los objetos se encontraban
vinculados solo por la relación de escala y los materiales. Entonces decidí
armar pequeños escenarios relativos a la vivienda y a lugares cerrados, como
habitaciones, por ejemplo.
Cada obra fue
delimitada de forma particular, definiendo los “lugares”. En algunos casos solo
contienen una pared y el suelo.
El tipo de
escala que utilice, los materiales y (el caso del montaje) la iluminación, constituyen
el eje por donde se articula el valor poético de la obra.
Recrear
tales espacios usando una escala tan reducida vuelve más sensible la mirada,
nos aproxima para así revelar sus detalles. Por esa razón este trabajo nos
sitúa en un lugar que nos permite contemplar cada escena en su totalidad,
entrar en esa intimidad, de la que no formamos parte y sentirnos alejados y a la vez encantados por ese pequeño mundo despojado.
De este modo
la obra construye un relato parcial de la existencia de un individuo, el cual
se hace presente a través de los objetos y los lugares. Se inscribe la idea
“sujeto” que sostuve en mi trabajo autorreferencial, pero con una mirada
emocional y afectiva.
La obra en
su totalidad se ve atravesada por un sentimiento de nostalgia, en la cual (de
manera inconsciente) fueron sublimadas ideas tales como: el paso tiempo,
de la ausencia y la quietud. Refleja un estado emocional más que una reflexión
sobre cuestiones existenciales concretas.
En este
proceso final se manifiestan más claramente mi recurrencia con respecto de las
“huellas”, a cierta tendencia en trabajar
con materiales deteriorados, como en el trabajo autorreferencial y en uno de los
primeros ejercicios sobre la expresión del “olor” a través de recursos
plásticos. Estoy hablando de las características estéticas que sostuve a lo
largo del año, si bien el trabajo final es sobre todo retórico, se manifiestan
de manera simbólica aspectos del proceso plástico hice con hollín, en donde los
rastros y el factor del tiempo funcionan de forma análoga.
“El paso del
tiempo se imprime en la superficie de los objetos y deja sus huellas, al igual
que en la memoria, un recuerdo arrastra imágenes y fragmenta lo inconsistente”
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